Chile rechazó la solicitud de un culto satánico para establecerse como una organización religiosa con personalidad jurídica

El Ministerio de Justicia de Chile rechazó la solicitud de un culto satánico para establecerse como una organización religiosa con personalidad jurídica, citando que su propuesta contraviene el orden público.

Esta decisión, tomada la semana pasada, surgió después de que los miembros del grupo conocido como la Iglesia Templo de Satán, conformado por satanistas y luciferinos chilenos, decidieran no seguir adelante con su recurso tras haber sido igualmente rechazado por la Corte de Apelaciones.

Según Satariel, uno de los portavoces del Templo que utiliza su nombre religioso, “Fue una trampa legal, y había una probabilidad muy baja de que nos otorgaran lo que solicitábamos, que era el reconocimiento como organización religiosa”, declaró Satariel a la Associated Press el día anterior.

En agosto del año pasado, el Templo de Satán, fundado en 2021, presentó una petición formal al Ministerio de Justicia para ser reconocido legalmente como organización religiosa. Este fue un movimiento sin precedentes que, de haber sido aprobado, habría convertido a Chile en el primer país de América Latina en legalizar una organización religiosa para practicar el satanismo.

Como resultado de la solicitud, se produjo un gran revuelo entre las organizaciones religiosas más prominentes del país, y la discusión llegó incluso al Parlamento, donde varios representantes condenaron públicamente la existencia de la organización y criticaron sus esfuerzos por legalizarla.

La cartera de Justicia considera que las actividades del Templo de Satán violan el “orden público” y no se ajustan al “ordenamiento jurídico vigente”, según la resolución emitida el 13 de diciembre, a la que la Associated Press tuvo acceso.

El fallo enumera una serie de antecedentes que impiden la legalización de la organización, ya que infringe la Constitución de Chile y los derechos humanos relacionados con la autotutela, los sacrificios humanos, el uso de la magia y los rituales sexuales.

Tras revisar los antecedentes y las bases bibliográficas presentadas por la organización, el Ministerio concluyó que “la venganza y la violencia” son principios fundamentales promovidos por el grupo. Además, se mencionó la posibilidad de “sacrificios humanos” y “rituales sexuales”.

“Se advierte que, junto con proclamar la legitimidad de la autotutela, no se descarta la existencia de algún ‘sacrificio humano’ —sea o no simbólicamente— pues lo que se busca es la destrucción de quien, a juicio de quien adscribe a tales ideas, merece ser destruido”, reza el texto.

“Lo anterior no puede ser aceptado como un mecanismo para resolver ningún conflicto, ni puede ser validado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos”, agregó la resolución.

En conclusión, el Ministerio llegó a la determinación de que el grupo no cumple con la definición de entidad religiosa establecida por la ley, ya que su doctrina se interpreta más como una ideología que como una religión.

En respuesta a la negativa, el Templo de Satán ha confirmado que su administración redactará un nuevo estatuto y realizará algunos ajustes para presentar una nueva solicitud formal.

El portavoz explicó que, aunque “vamos a hacer algunas reformas”, continuarán luchando por este reconocimiento y siempre apelarán a la libertad religiosa que se cree existe en Chile.

El Templo, que cuenta con más de cien miembros, también declaró que ha recibido más de quinientas solicitudes para unirse a la organización, y que el número de peticiones ha aumentado desde que presentaron su solicitud formal al Ministerio de Justicia.