Iglesia en Woodbridge aun sigue entregando comida gratis, 5 años después de la pandemia

La entrega semanal de alimentos de una iglesia en el norte de Virginia, abierta a cualquier persona sin preguntas, que comenzó durante la pandemia de COVID en 2020, sigue siendo un éxito.

“Nos dimos cuenta cuando comenzamos que la comunidad realmente lo necesitaba, así que lo hemos mantenido desde entonces”, dijo el reverendo Joshua Speights de la Iglesia Bautista Neabsco en Woodbridge.

Cada martes, de 5 p.m. a 6 p.m., la iglesia carga alimentos donados en los autos de cualquier persona que llegue a su estacionamiento. En una semana típica, entre 175 y 250 familias se benefician de la comida, según la iglesia.

“Cualquiera que llegue es elegible —no se necesita registro, reservas ni obligaciones”, dijo Michael Austin, coordinador del programa, que recibe alimentos de Northern Virginia Food Rescue y Action in Community Through Service de Dumfries. “Cualquiera que llegue con una necesidad, la atendemos de inmediato.”

El programa de entrega de alimentos también recibe apoyo financiero del Hylton Boys and Girls Club y el Dale City Moose Lodge.

Cada martes, antes del mediodía, aproximadamente una docena de voluntarios recibe la comida que se distribuirá esa noche y ensamblan paquetes para quienes lleguen.

“Eso generalmente consiste en una bolsa de productos no perecederos, una bolsa de lo que tengamos de productos frescos, una bolsa de panadería y una bolsa de carne”, explicó Austin.

Los autos que hacen fila en el estacionamiento de la iglesia, ubicada en 15557 Neabsco Church Way, son guiados al muelle de carga de la iglesia, donde los voluntarios cargan las bolsas en los vehículos.

El voluntario del programa, Reginald Edge, dijo que la oferta de alimentos se extiende, ya sea que la persona tenga automóvil o no.

“En los últimos seis meses, hemos tenido miembros de la comunidad que llegan caminando con una canasta, o les ponemos la comida en su mochila”, dijo Edge. “Tuve a un hombre que llegó en bicicleta, le pusimos la comida en su canasta”, y el hombre se fue pedaleando.

Si más de una familia llegaba en un vehículo compartido, “nos aseguramos de que cada grupo familiar reciba una donación de comida antes de irse”, explicó Austin.

Los voluntarios aseguran que los miembros de la comunidad están muy agradecidos por la comida y la amabilidad, e incluso algunos devuelven el gesto.

Edge contó que un hombre esperó en la fila del estacionamiento y, cuando los voluntarios empezaron a cargar la comida en su coche, “en lugar de aceptar la comida, abrió la mano y hizo una donación para apoyarnos en el proceso”.

Otra mujer en la fila entregó una donación de $100. Cuando le dijeron que no era necesario hacer donaciones para recibir la comida, Edge comentó: Su respuesta fue: ‘Sé exactamente lo que estoy haciendo. Estoy sembrando una semilla, tal como ustedes están sembrando la semilla con el programa continuo de entrega de alimentos”.

Speights agradeció a los grupos que proveen los alimentos donados y el apoyo financiero, señalando que la inseguridad alimentaria puede afectar a cualquiera. “Cruza todas las fronteras, todas las nacionalidades, todas las personas”, dijo.

“A veces, personas han llegado a la fila cuando yo estoy allí, en autos de lujo, y te preguntas por qué están en la fila”, dijo Speights. “Pero, por otro lado, decimos que nunca sabemos lo que está pasando en el hogar de una persona.”

Independientemente de si la inseguridad alimentaria de un miembro de la comunidad es temporal o duradera, las familias van a necesitar comida”.