Ucranianos claman por más Biblias en medio de la guerra con Rusia: “Sed de Jesús”

Una misión está alcanzando a millones de refugiados y desplazados mediante la distribución de materiales cristianos en 20 idiomas, llevando esperanza y el evangelio a quienes más lo necesitan.

Después de haber contrabandeado Biblias a la Unión Soviética en la década de 1960, un ministerio cristiano con sede en Texas continúa su labor y ahora lleva el mensaje de Dios a millones de personas afectadas por la guerra en Ucrania y Europa del Este.

La organización Misión de Europa del Este (EEM) está imprimiendo y distribuyendo Biblias y materiales cristianos a través de una red de iglesias y organizaciones locales, permitiendo que las personas reciban el mensaje en su propio idioma. Para el año 2024, EEM habrá distribuido 970.000 Biblias y materiales bíblicos en más de 30 países y 20 idiomas diferentes.

Miles de ucranianos han perdido sus hogares y se han visto desplazados debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. Muchos han buscado refugio en países vecinos como Moldavia, Polonia y Hungría. Los niños, en particular, han sido gravemente afectados por el impacto devastador de la guerra.

Incluso antes del estallido del conflicto en febrero de 2022, EEM ya había enviado Biblias a Ucrania. Hoy, el ministerio está presenciando un fenómeno único: los refugiados ucranianos llevan consigo el mensaje del evangelio a dondequiera que van.

“Dios usa el mal. “Esta guerra, claramente, no proviene de un lugar bueno, pero Dios puede utilizar incluso las peores situaciones para cumplir Sus propósitos”, declaró Dirk Smith, vicepresidente de EEM, en una entrevista con The Christian Post.

Además de los 4 millones de desplazados dentro de Ucrania, más de 6,8 millones de refugiados ucranianos se encuentran dispersos por todo el mundo, según datos de la ONU.

La demanda de Biblias en ucraniano ha aumentado significativamente en medio de la destrucción. “Muchos ucranianos buscan consuelo y esperanza en Dios”, afirmó Smith.

“Estamos viendo a creyentes ucranianos viajar y convivir con otros ucranianos que no tienen fe”, explicó. “Y aquellos que no creen comienzan a preguntarse: “Estamos experimentando el mismo sufrimiento, pero ustedes lo enfrentan de una manera diferente”. Estas preguntas generan oportunidades para compartir el mensaje de Jesús.

A pesar del conflicto, la organización sigue imprimiendo Biblias en Kiev y en otras regiones del oeste de Ucrania. La guerra ha obligado al ministerio a reestructurar su logística, utilizando nuevas rutas desde Polonia y Moldavia. Sin embargo, según Smith, no han surgido obstáculos significativos que impidan su labor.

Dentro de Ucrania, EEM colabora con iglesias locales, ministerios y ONG para distribuir las Biblias. “Cada vez que ocurren ataques con misiles, la demanda de Biblias aumenta, lo que indica una búsqueda de respuestas espirituales en momentos de desesperación”, explicó Smith.

Para él, este aumento en las solicitudes es una clara muestra del poder del Espíritu Santo.

“No se trata de nosotros”, afirmó. “Es el poder de la Palabra de Dios. Cuando una Biblia llega a las manos de alguien, es como en la parábola del sembrador: nosotros solo esparcimos la semilla, y Dios se encarga del resto”.

En el capítulo 13 del Evangelio de Mateo, Jesús relata la parábola del sembrador, donde un agricultor esparce semillas que caen en distintos tipos de terreno. Algunas germinan y dan fruto, mientras que otras son devoradas por aves o sofocadas por espinas. ¿Por qué la Palabra de Dios arraiga en algunos corazones y en otros no? Jesús utilizó esta parábola para ilustrarlo.

“Nosotros simplemente sembramos y luego nos maravillamos al ver cómo obra Dios”, concluyó Smith.